Voy en mi 4x4 y un titular de primera plana de un diario voceado por un canillita me llama la atención. Dice "Asamblea Verde". Me detengo, compro el vespertino, que es de ayer, y empiezo a leer. Siendo Gerente General de SAMBITO sólo puedo pensar "que bien, por fin hemos hecho conciencia..."
Pero luego abro las páginas y descubro que el verde del titular es por el color del movimiento que más asambleístas ha logrado. La asamblea será mayoritariamente verde porque ese el el color de Alianza País. La conciencia ecológica al traste, ¿o no tanto?
Algunos datos, para estar en sintonía:
La única ciudad que cuenta con un sistema de tratamiento completo de sus aguas servidas es Cuenca; de los 214 cantones del país, apenas 19 tienen algún tipo de tratamiento.
Alrededor del 27% del territorio nacional está considerado susceptible a la desertificación.
Las tasas de deforestación en nuestro país varían ampliamente entre un mínimo de 75.000 hectáreas anuales y un máximo de 400.000 hectáreas/año.
Vuelvo al tema de la Asamblea. Hoy, el artículo 3 de la Constitución vigente dice que es deber del Estado "3. Defender el patrimonio natural y cultural de país y proteger el medio ambiente." ¿Qué dice al respecto el proyecto del CONESUP? Pueden visitar el proyecto de Constitución en la web, en esta dirección: http://www.conesup.net/info_comision.php
Pues bien, busqué el tema ambiental allí. Empieza diciendo que el Pueblo del Ecuador...
...establece en esta Constitución las normas fundamentales que amparan los derechos y libertades, organizan democráticamente el Estado y sus instituciones e impulsan el desarrollo sustentable y equitativo en lo económico y social.
Este es un buen comienzo, ¿verdad?
El artículo 3, al hablar de los deberes fundamentales del Estado, dice "5. Defender el patrimonio natural y cultural del país y proteger el ambiente."
¿Cuál ambiente?
El ártículo 24 del proyecto del CONESUP, al hablar de los derechos civiles, en el punto 8, dice que tenemos derecho "A vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado y libre de contaminación. La ley establecerá las restricciones al ejercicio de determinados derechos y libertades, para proteger el medio ambiente."
Si la nueva Constitución del Ecuador cuida del medio ambiente y promueve el desarrollo sostenible, entonces tendremos futuro. Sino, no. En ese sentido, incluso tengo una propuesta. Ese artículo 3, o el número que le corresponda en la nueva Carta Magna, debiera decir: “Es deber del Estado defender y promover el patrimonio natural y cultural del país, proteger el medio ambiente y propiciar el desarrollo sostenible de la sociedad ecuatoriana como política de desarrollo integral de la República".
En el capítulo 5 de ese mismo proyecto del CONESUP, cuando hablan de los derechos difusos, en la segunda sección, dice:
Artículo 98. El Estado tomará medidas orientadas a la consecución de los siguientes objetivos:1. Promover en el sector público y privado el uso de tecnologías ambientalmente limpias y de energías alternativas no contaminantes. 2. Establecer estímulos tributarios para quienes realicen acciones ambientalmente sanas. 3. Regular, bajo estrictas normas de bioseguridad, la propagación en el medio ambiente, la experimentación, el uso, la comercialización de organismos genéticamente modificados. 4. Desarrollar programas de educación y difusión ambiental, orientados a la creación de una conciencia nacional sobre la protección del medio ambiente;
Luego, esto debiera ser materia básica en las escuelas... ¿correcto?
Pues si.
Pasa por educar, crear conciencia y cambiar hábitos -como dice Gustavo en su "Menos es Más", léanlo-.
¿Qué hago yo al respecto?
La foto nos es coincidencia. En SAMBITO practicamos lo que predicamos. El Día del Planeta Tierra, por ejemplo, fuimos todos los funcionarios con nuestras familias a sembrar -cada uno- un árbol. Me acompañó mi hijo Santi.
Además de divertirnos, en familia, mi hijo aprendió que debe preocuparse por la naturaleza. El cree, por ejemplo, que ese árbol es suyo.
¿Estoy logrando que mi hijo haga conciencia? No sé si racionaliza lo importante que es sembrar o cuidar un árbol. No lo creo, pues aun es pequeño. Pero si sé que, desde la óptica de la emoción, mi hijo entiende y se preocupa por la naturaleza. Aprende a conocerla, aprende a relacionarse con ella. Aprende a disfrutar de ella. Y ese es el mejor de los comienzos.
Si ustedes me preguntan ahora, ¿por qué hacer conciencia? Sólo les tengo una respuesta: porque es cuestión de superviviencia.
