jueves, 28 de agosto de 2008

CONDUCIR UN COCHE CONTAMINA


Aviso: este coche contamina: Europa quiere hacer más visibles los avisos sobre el impacto ambiental de los vehículos.

La Comisión Europea quiere que la información y la publicidad sobre los automóviles adviertan claramente, y sin subterfugios, de que los vehículos contaminan y de que sus emisiones de CO2 contribuyen al cambio climático. De la misma manera que las cajetillas de tabaco resaltan visiblemente que el tabaco mata, los expertos de la UE quieren que la etiqueta energética de los coches avise sin tapujos del nivel de contaminación de cada coche.
TOMADO DE La Vanguardia
Barcelona, 25 Ag. (La Vanguardi).- La intención va mucho más allá del actual nivel de información que se da al comprador sobre el consumo de combustible y el nivel de emisión de cada coche, algo que ya está regulado.
Lo que se quiere es que todas las informaciones, los anuncios y la publicidad de televisión que ofrezcan los fabricantes incluyan un espacio mínimo reservado - se empieza a hablar de al menos un 20% en este último caso- para advertir al consumidor de las emisiones de dióxido de carbono que lleva aparejado cada modelo.

Se trata, en suma, de ampliar la actual normativa sobre el etiquetado energético de los vehículos y extenderla al campo de los anuncios de televisión para evitar que la información sobre los impactos ambientales de los coches aparezca en letra minúscula o, sencillamente, sea inexistente.
Lo que la Comisión quiere es "profundizar en lograr una información veraz y accesible" a la hora de comprar un coche, según declaró a este diario Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, Medio Rural y Mario. Y por eso se está negociando una nueva normativa de etiquetado sobre la información al consumidor relativa a las características del consumo energético y las emisiones de CO2.

Estas medidas están siendo analizadas en el contexto de los nuevos planes para fijar un límite máximo de concentración de CO2 en los coches. El objetivo es que un etiquetado más visible facilite la venta de vehículos que consumen menos combustibles y generan menos CO2. La normativa, "que está muy avanzada", debe concretar cuál es "el tamaño mínimo de la superficie que debe dedicar un anuncio o un folleto a informar sobre las emisiones en el momento de adquirir un vehículo", señala Ribera.

La normativa actual exige a los concesionarios y a los vendedores de coches que informen sobre las emisiones de CO2 en los folletos de promoción y en los pósters, así como en los anuncios de periódicos y revistas. La información sobre el nivel de emisiones de los coches ha sido voluntaria desde que se aprobó el decreto español correspondiente en el 2002 y hasta el año pasado. Desde entonces, tras aprobarse la Ley de Calidad del Aire, pasó a ser obligatoria.

Sin embargo, el problema es que la actual regulación es insuficiente. No se han establecido en el ámbito comunitario categorías de coches en función de los niveles de CO2 , sino sólo sobre la base del consumo de combustible, y la información que se da aparece a pie página, en letra muy pequeña o ilegible. Muchas veces incluso se elude, según denunció hace unos días la organización Adena / WWF. Además, hay un vacío al respecto en cuanto a la publicidad en televisión.
La nueva normativa surge en gran parte de la necesidad de contrarrestar las informaciones y anuncios que presentan el automóvil tradicional como inocuo para el medio ambiente y cuando la UE quiere reforzar sus planes contra el cambio climático en el sector del transporte. En paralelo - aunque los trabajos están menos desarrollado-, la Comisión Europa ha empezado a plantearse la idea de crear algo así como un código deontológico de la información que se aporta en las campañas de publicidad de los vehículos, según explica Ribera.

De hecho, existe una preocupación compartida en la Comisión Europea por la aparición de anuncios publicitarios en televisión en los que "muchas veces, quizás, están trasladando mensajes que no acaban de ser rigurosos desde el punto de vista del impacto ambiental que generan los vehículos". El uso indebido del adjetivo ecológico en los anuncios o las referencias al coche verde o de "impacto ambiental cero" no gusta a los expertos de la UE.

En esta línea el Ministerio de Medio Ambiente va a promover un estudio para analizar esos usos indebidos, con el ánimo de lograr una cierta autorregulación y un cierto autocontrol para propiciar la instauración de un código ético en la publicidad.

La idea es disponer de un código deontológico para las referencias ambientales, como existe un autocontrol por parte de los publicistas cuando se alude a cuestiones de género o sobre la imagen de los pobres y la ayuda al desarrollo en los anuncios de las ONG, señala Ribera.

En España, de hecho, la decisión del Gobierno de fijar un impuesto de matriculación en función del CO2 que se emite (e, incluso, eximir de él a los vehículos que generan menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido) ha revolucionado las campañas de publicidad.