jueves, 23 de octubre de 2008

UN SÁNDWICH VEGETARIANO PUEDE SALVAR EL PLANETA


Por: José Javier Guarderas

¿Qué más cotidiano que un sándwich para calmar el hambre? Abro la nevera y selecciono jamón, mortadela, queso, tomate, lechuga, mostaza, mayonesa y me detengo a pensar. ¿Qué me falta? No falta nada, pero sobra mucho.


Para empezar diré que no tengo nada en contra de los sándwiches. Y nada en contra de vacas, cerdos o animales de corral… pero, ¿sabía que comer verde conserva los recursos naturales y ayuda a desacelerar el calentamiento global?

Comer un sándwich vegetariano… y otro… y otro… puede salvar el planeta. Esto es lo que se necesita, en realidad. Pequeños cambios de hábitos de nuestra rutina diaria.

Dejar de comer sándwich de atún, hamburguesa con patatas fritas, o nuggets de pollo ayuda a preservar la tierra, a cuidar el agua y a reducir el calentamiento global. De hecho, no soy chef, ni pretendo ponerme creativo en la cocina, pero las opciones para comer verde como ensaladas, burritos de fréjol, o carne de soja evitan la emisión de 3.5 libras de gases efecto invernadero.

¿Cómo asi? Para empezar es culpa de la vaca. Mientras más parrillada comemos, más vacas necesitamos. ¿Sabía que las vacas son las principales causantes de la existencia de gas metano en el ambiente?

“Las flatulencias del ganado emiten el 16 por ciento del metano…”, decían Brian Halweil y Danielle Nierenberg en el reporte “La Situación del Mundo 2004”

Comer carne de res agrava la mayoría de los problemas ambientales, como la deforestación, la erosión, la escasez de agua potable, la contaminación atmosférica y del agua, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la injusticia social, la desestabilización de las comunidades y la extensión de las enfermedades.

¿Sabía que el consumo de carne per cápita se ha más que duplicado en el último medio siglo? Considere además el crecimiento de la población mundial...

Además, sembrar vegetales, verduras y frutas exige menos agua que criar animales. Un estudio en Estados Unidos, que promueve el consumo de sándwiches de jalea y mantequilla de maní, sostiene que reemplazar un almuerzo basado en animales por otro basado en plantas permite ahorrar cerca de 280 galones de agua.

Richard H Schwartz sostiene que “la dieta usual de una persona en Estados Unidos requiere 16.000 litros de agua por día (para dar de beber a los animales, irrigar los cultivos, procesar, lavar y cocinar, entre otros usos). Una persona con una dieta vegetariana requiere solamente 1.100 litros diarios”.

¿Cómo preserva la tierra? Pues criar animales exige entre 6 y 17 veces la extensión de tierra que requeriría una plantación de soya que de la misma cantidad de proteínas.

“En Centroamérica”, sostiene John Revington en World Rainforest Report, “el 40 por ciento de las selvas tropicales han sido taladas o quemadas en los pasados 40 años, principalmente para pastos de ganado vacuno para el mercado de exportación, a menudo para carne de las hamburguesas de EE UU…”

Para que una vaca, un cerdo, un borrego o un pollo viva… come verde lo necesario para subsistir, procrear, y envejecer. Para que esos mismos animales vivan y engorden para que lleguen a nuestra mesa, deben ingerir más proteína que la normal.
¿De dónde la obtienen? De los suplementos, nutrientes o más pastos que lo que sus pares vacas o cerdos o pavos necesitan; es decir, se necesitan muchas libras de alimento para obtener una libra de bistec.

Por último, al consumir productos más básicos –como hierbas, verduras, vegetales y frutas, usted consume menos energía.

En este punto me dirán, ¿y los pescados? ¿Los mariscos?

Vamos a ver, sólo hay tres maneras de almorzar un pedazo de cherna, pargo, huayaipe y corvina. Y no me refiero a ceviche, pescado frito o cazuela. Para que llegue un marisco (o un pescado) a su menú, o bien usted lo pescó, alguien lo hizo por usted o bien alguien lo cultivó. De hecho, en el mundo, más de la mitad de los pescados que comemos provienen de la pesca. Imagine la cantidad de combustible usado para capturar ese pez.

Hay otros problemas ambientales relacionados con el menú de frutos del mar… ¿sabía que cerca del 69% de todas las especies de peces están en peligro de extinción?

Luego, la acuacultura tiene los mismos problemas que criar animales de tierra… consumo de grandes áreas de terreno, producir alimentos, contaminación ambiental, deforestación de zonas de manglares y demás.

Usted pensará que, para terminar, le pediré que abandone la carne asada y sólo coma arroz menestra y patacones; o que deje los embutidos y los reemplace por salchichas de soja; o que se olvide de los quesos, el pavo de navidad, el ceviche de camarón, o los calamares rebosados en coco… y que reemplace todo esto con deliciosas ensaladas. No.

No estoy pidiéndole que se vuelva vegetariano. No. Yo no soy vegetariano. Pero con sólo cambiar tres almuerzos al mes, haremos un gran cambio. Sólo le pido que tres veces al mes deje de almorzar menús con base animal y los reemplace por verduras, vegetales y frutas.

Comer un sándwich vegetariano a la semana es suficiente para hacer la diferencia. Piénselo. Actúe. Es cuestión de supervivencia.