jueves, 24 de julio de 2008

DULCE ARTÍCULO DE AMARGO FUTURO

Por José Javier Guarderas para la revista Samborondón

¿Quién no recuerda las abejas en los paseos de campo de la infancia? Pues en los futuros paseos, olvídense de los zumbidos y de la miel. Las abejas mieleras están desapareciendo.

Y, ¿por qué merece un artículo el que las abejas desaparezcan? Porque el hecho es un síntoma de un desbalance ecológico que tiene altísimas implicancias en la cadena alimenticia.

Dicen que Zeus, el dios supremo del Olimpo, fue alimentado con miel. Hipócrates –el médico griego- recetaba miel para la longevidad. De hecho, la miel era un producto capaz de alimentar la vida de gente primitiva en tiempos de escasez. Posee más de 70 elementos beneficiosos para la salud (entre agua, ácidos orgánicos, sales minerales y oligoelementos, glucosa y levulosa, aminoácidos y todas las vitaminas excepto la A).

Lo cierto es que abejas sólo había en Europa hasta el siglo XVI. Circa 1600 llegó a América. Y de allí, las poblaciones de abejas se reprodujeron o fueron criadas por el hombre para producir miel o polinizar cultivos. Es más, muchas nueces –como la almendra- y frutos dependen de las abejas.

Pero las abejas están desapareciendo. Biólogos no entienden aun porque las abejas mieleras han desaparecido –en Estados Unidos- hasta en un 70%.

Muchos creen que el incremento en el uso de pesticidas y herbicidas está matando las abejas. Otros creen que los cultivos genéticamente modificados producen un polen poco nutritivo para los Apis Miellifera. Unos pocos creen que es la suma de ambas la que extermina con las productoras de miel.

Pero las abejas son susceptibles a otras influencias también. Por ejemplo, el incremento de radiación electromagnética en la atmósfera (por la cantidad de teléfonos móviles y torres de comunicación inalámbrica) interfiere en la habilidad de navegación y orientación de las abejas. Un estudio alemán reveló que una abeja que vuela cerca de un teléfono móvil es incapaz de regresar a su colmena.

¿Y qué tal el calentamiento global?

Entomólogos creen que el calentamiento global contribuye al incremento de virus y hongos que afectan el desarrollo de la colmena. Los cambios bruscos de clima (frío extremo o sequía y calor) ha reducido la población de colmenas europeas. De hecho, leí que la producción de miel europea cubre menos del 50% de su demanda.

Pero, ¿por qué es importante que nos preocupemos por las abejas? En palabras atribuidas a Einstein… "Si desaparecieran todas las abejas, a la especie humana no le quedarían más de cuatro años de vida".

Es cierto que las respetamos. Oímos el zumbido y solemos alejarnos, temerosos de una picadura de abeja. Es cierto que reconocemos su importancia, sobretodo por la miel que producen. Pero, ¿sabía que la miel es la menor colaboración de las abejas a la especie humana?

Las abejas mieleras son responsables de la polinización. ¿Y qué es esto? En Wikipedia lo describen como “proceso de transferencia del polen desde los estambres hasta el estigma o parte receptiva de las flores en las angiospermas, donde germina y fecunda los óvulos de la flor, haciendo posible la producción de semillas y frutos”.

Es decir, las abejas hacen posible que hortalizas, frutos y nueces puedan reproducirse.

Las abejas colaboran directamente con la conservación de la flora natural, con la protección de la biodiversidad y con la producción agrícola. Además, si, son las responsables de producir miel… ¿acaso necesitamos más razones para preocuparnos por ellas?